29/05/2025
En el panorama mediático global, pocos actos de protesta han resonado con la fuerza y la inmediatez del que protagonizó Muntazer al-Zaidi. Un 14 de diciembre de 2008, en el corazón de Bagdad, el periodista iraquí transformó un par de zapatos en un potente mensaje político, lanzándolos con vehemencia contra el entonces presidente estadounidense George W. Bush. Este incidente no solo catapultó a Al-Zaidi a la fama mundial, convirtiéndolo en un héroe para millones en el mundo árabe, sino que también abrió un capítulo de profundas consecuencias personales y un persistente debate sobre la verdadera naturaleza de la presencia estadounidense en Irak. Más de una década después, la historia de aquellos zapatos sigue siendo un recordatorio vívido de la resistencia, la disidencia y el precio que algunos pagan por alzar su voz.

- Un Acto de Desafío Premeditado
- El Enigma de los Zapatos: ¿Qué Sucedió con el Símbolo?
- Las Duras Consecuencias: El Precio de la Audacia
- La Ocupación Persistente: Una Mirada Política Actual
- ¿Fin de una Era o Estrategia? La Retirada en Cuestión
- La Dualidad de la Recepción: Flores vs. Zapatos
- Preguntas Frecuentes sobre el Incidente de los Zapatos
- ¿Quién es Muntazer al-Zaidi?
- ¿Por qué lanzó Muntazer al-Zaidi sus zapatos a George W. Bush?
- ¿Qué significa lanzar un zapato en la cultura árabe?
- ¿Qué pasó con los zapatos de Muntazer al-Zaidi?
- ¿Cuáles fueron las consecuencias para Muntazer al-Zaidi después del incidente?
- ¿Se arrepiente Muntazer al-Zaidi de su acto?
- ¿Cree Al-Zaidi que la ocupación estadounidense en Irak ha terminado?
- ¿Confía Al-Zaidi en la reciente retirada de las fuerzas de combate de EE.UU. de Irak?
Un Acto de Desafío Premeditado
Lo que para muchos pudo parecer un arrebato espontáneo de indignación, Muntazer al-Zaidi lo revela como un acto premeditado, cuidadosamente planeado para enviar un mensaje inequívoco. Durante una conferencia de prensa en Bagdad, en un momento de tensión y descontento acumulado, Al-Zaidi interrumpió la formalidad del evento con un grito que ya es parte de la historia: “¡Esto es un beso de despedida del pueblo de Irak, perro!”. Acto seguido, sus zapatos volaron por el aire, esquivados por un ágil Bush, pero impactando en la conciencia colectiva global.
El periodista no dejó nada al azar. Consciente de las graves repercusiones que su acción podría acarrear, Al-Zaidi incluso grabó un testamento en video en su hogar antes de dirigirse a la conferencia. Su motivación era clara y profunda: desmentir la narrativa de que las tropas estadounidenses serían recibidas con “flores” por el pueblo iraquí tras la invasión de 2003. Para Al-Zaidi, esa idea era una farsa, una distorsión de la realidad que él se propuso corregir de la manera más contundente posible. Cambió las supuestas “rosas” por la cruda realidad de unos zapatos, un gesto de desprecio en la cultura árabe que simbolizaba el rechazo absoluto a la ocupación y a sus arquitectos.
Este acto fue una poderosa declaración de que, para muchos iraquíes, la presencia estadounidense no era una liberación, sino una continua afrenta. La imagen de los zapatos volando no fue solo una expresión de ira personal, sino el eco de la frustración y el sufrimiento de una nación que había soportado años de conflicto y caos sectario tras la caída del régimen de Saddam Hussein. Al-Zaidi se convirtió en la voz de un sentimiento generalizado, utilizando el objeto más humilde para un gesto de la más alta carga simbólica.
El Enigma de los Zapatos: ¿Qué Sucedió con el Símbolo?
Quizás uno de los aspectos más intrigantes de esta historia es el destino de los propios zapatos. A pesar de que Muntazer al-Zaidi los reclamó durante su juicio, nunca le fueron devueltos. Su paradero se ha convertido en una leyenda urbana, alimentando diversas teorías y especulaciones que reflejan la intensidad del momento que representaron.
Los rumores sobre qué pasó con ellos son variados y, en ocasiones, fantasiosos. Algunos sostenían que los zapatos se habían vendido por miles de dólares en el mercado negro, convirtiéndose en piezas de coleccionista invaluables por su símbolo de resistencia. Otros, más dramáticos, sugerían que habían sido destruidos por las tropas estadounidenses, bajo el pretexto de que “contenían explosivos”, una excusa que Al-Zaidi considera absurda y conveniente.
Sin embargo, la propia convicción de Al-Zaidi apunta a una verdad más profunda y política. Él cree firmemente que los zapatos fueron destruidos deliberadamente no por razones de seguridad, sino para evitar que se transformaran en un símbolo perdurable de desafío y desobediencia civil. En su mente, el acto de anular el objeto físico era un intento de borrar o minimizar la potencia del mensaje que este transmitía. Si los zapatos hubieran existido, quizás se habrían exhibido, replicado o convertido en reliquias, manteniendo viva la llama de la protesta. Su desaparición, por tanto, fue un acto de contención política, un intento de controlar la narrativa y evitar que un par de zapatos de uso diario se convirtieran en una bandera de la resistencia iraquí.
Este misterio añade una capa más a la leyenda de Al-Zaidi, subrayando cómo incluso los objetos más mundanos pueden adquirir un significado extraordinario en momentos de alta tensión política y social.
Las Duras Consecuencias: El Precio de la Audacia
Si bien Muntazer al-Zaidi emergió como un héroe en el mundo árabe, el camino hacia esa aclamación estuvo pavimentado con un sufrimiento inmenso y duraderas consecuencias personales. El precio de su audacia fue brutal e inmediato. Desde el momento en que fue sacado a rastras de la sala de prensa, su calvario comenzó. Al-Zaidi asegura que le rompieron varios huesos y los dientes durante su detención inicial.
Lo que siguió fue un período de “tortura sistemática”, una experiencia desgarradora que incluyó “descargas eléctricas” y “azotes con cables” durante tres días ininterrumpidos. Tras esta brutalidad, fue confinado en aislamiento solitario durante tres meses, un período que describe como uno de los más duros de su vida. En ese encierro, todo le estaba prohibido: la luz del sol, tener un bolígrafo o un libro, la comunicación con otros presos, e incluso el acceso básico al baño cuando lo necesitaba. La privación sensorial y la soledad extrema buscaron quebrar su espíritu, pero según su testimonio, su convicción permaneció intacta.
Las secuelas de su acto no terminaron con su liberación de la prisión. Trece años después del incidente, Al-Zaidi sigue pagando un alto precio. Perdió su trabajo como periodista en la televisión y ha encontrado enormes dificultades para conseguir empleo en el sector de los medios de comunicación. Su nombre, asociado a la polémica, se ha convertido en un estigma. “Cuando saben que soy yo, Muntazer al-Zaidi, expresan su rechazo”, lamenta. Esta marginación, aunque a veces le genera decepción, no ha mermado su convicción original.
A pesar de todo el dolor y las dificultades, Al-Zaidi no se arrepiente de haber lanzado los zapatos a Bush. Lo hizo “con convicción”, y ese sentimiento de haber actuado de acuerdo con sus principios morales y políticos es lo que lo sostiene, incluso frente a la adversidad continua. Su historia es un testimonio sombrío de la represión que a menudo enfrentan aquellos que se atreven a desafiar al poder establecido, pero también de la resiliencia del espíritu humano.
La Ocupación Persistente: Una Mirada Política Actual
Más allá de su acto individual, Muntazer al-Zaidi ha mantenido una perspectiva crítica sobre la situación de Irak, especialmente en lo que respecta a la influencia estadounidense. A pesar de que se cumplieron diez años de la retirada completa de las tropas norteamericanas en 2011, Al-Zaidi insiste en que “Estados Unidos sigue ocupando Irak”, aunque no de forma militar directa, sino en el ámbito político y estratégico.
Según su análisis, la Embajada de EE.UU. en Bagdad ejerce una influencia desproporcionada. “La Embajada de EE.UU. es la que domina muchos sectores del Estado y las decisiones importantes, desde la formación del Gobierno hasta las decisiones del Parlamento”, afirma. Esta declaración sugiere una forma de ocupación más sutil pero igualmente poderosa, donde el control se ejerce a través de la diplomacia, la economía y la política, en lugar de la bota militar.
Esta perspectiva resuena con un sentimiento anti-estadounidense que persiste en ciertos sectores de la sociedad iraquí, a pesar de la asistencia de Washington en la lucha contra grupos terroristas como ISIS. Para Al-Zaidi, la invasión de 2003 no trajo la prometida libertad y estabilidad, sino años de caos y una injerencia externa que, en su opinión, nunca cesó por completo.
¿Fin de una Era o Estrategia? La Retirada en Cuestión
Recientemente, la coalición internacional liderada por Washington, que intervino en Irak desde 2014 para combatir a ISIS, anunció el fin de su misión de combate. Este anuncio coincide con el décimo aniversario de la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en 2011, cuando Washington llegó a tener hasta 170.000 efectivos desplegados en el país. Sin embargo, para Muntazer al-Zaidi y otros observadores, esta “retirada” no es necesariamente un repliegue definitivo.
EE.UU. regresó a Irak en 2014 a petición del Gobierno iraquí para luchar contra los yihadistas. Sin embargo, Al-Zaidi y varios sectores del país denuncian que los norteamericanos tenían “otros intereses” más allá de la derrota militar de ISIS, que ya se logró hace cuatro años. La desconfianza es profunda y persistente. “Realmente, no confío en ninguna decisión que sale de la Casa Blanca, porque siempre dicen algo y hacen lo contrario”, sentencia Al-Zaidi.
Esta escepticismo subraya la complejidad de las relaciones entre Irak y Estados Unidos, donde las intenciones declaradas a menudo son vistas con suspicacia, especialmente a la luz de la historia reciente del país. Para Al-Zaidi, la verdadera soberanía iraquí sigue siendo una aspiración, no una realidad plena, mientras persista la influencia extranjera, sea militar o política.
La Dualidad de la Recepción: Flores vs. Zapatos
El acto de Al-Zaidi se basó en una poderosa dicotomía. La narrativa oficial de la invasión de Irak sugería una bienvenida eufórica, mientras que la realidad, desde la perspectiva de muchos iraquíes, era de desprecio y rechazo. La siguiente tabla resume esta confrontación simbólica:
| Percepción Oficial de la Ocupación | La Realidad de la Protesta (Según Al-Zaidi) |
|---|---|
| “Recibidos con flores” (Afirmación atribuida a G. W. Bush sobre la bienvenida de las tropas estadounidenses). | “Besos de despedida del pueblo de Irak, perro” (Expresión de Muntazer al-Zaidi al lanzar sus zapatos). |
| Narrativa de liberación y bienvenida. | Acto de rechazo, denuncia y desprecio. |
| Esperanza de una nueva era. | Frustración por una ocupación percibida. |
| Símbolo de gratitud y apoyo. | Símbolo de ira y desafío. |
Esta tabla visualiza la profunda brecha entre la retórica y la percepción de una parte significativa de la población iraquí, encapsulada en el acto de Al-Zaidi.
Preguntas Frecuentes sobre el Incidente de los Zapatos
¿Quién es Muntazer al-Zaidi?
Muntazer al-Zaidi es un periodista iraquí que se hizo mundialmente conocido en diciembre de 2008 por lanzar sus zapatos al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, durante una conferencia de prensa en Bagdad.
¿Por qué lanzó Muntazer al-Zaidi sus zapatos a George W. Bush?
Al-Zaidi lanzó sus zapatos como un acto de protesta contra la invasión y la ocupación estadounidense de Irak. Él afirmó que el acto fue premeditado y buscaba demostrar el verdadero sentimiento de rechazo de los iraquíes hacia la presencia de las tropas estadounidenses, contrarrestando la idea de que serían recibidos con flores.
¿Qué significa lanzar un zapato en la cultura árabe?
En la cultura árabe, lanzar un zapato o mostrar la suela del zapato es un gesto de extremo desprecio e insulto. Es una de las mayores formas de humillación.
¿Qué pasó con los zapatos de Muntazer al-Zaidi?
Los zapatos de Al-Zaidi nunca le fueron devueltos. Existen rumores de que fueron vendidos por miles de dólares o destruidos por las tropas estadounidenses bajo el pretexto de contener explosivos. Sin embargo, Al-Zaidi cree que fueron destruidos para evitar que se convirtieran en un símbolo de resistencia.
¿Cuáles fueron las consecuencias para Muntazer al-Zaidi después del incidente?
Al-Zaidi fue condenado a prisión, donde sufrió torturas sistemáticas que incluyeron descargas eléctricas y azotes, además de pasar tres meses en confinamiento solitario. También sufrió fracturas de huesos y dientes. Después de su liberación, perdió su trabajo como periodista y ha tenido dificultades para encontrar empleo en el sector de los medios debido a la controversia que rodea su nombre.
¿Se arrepiente Muntazer al-Zaidi de su acto?
No, Muntazer al-Zaidi ha declarado que no se arrepiente de haber lanzado los zapatos, ya que lo hizo “con convicción”. Aunque a veces se siente decepcionado por la marginación que ha sufrido en su país, se mantiene firme en su decisión.
¿Cree Al-Zaidi que la ocupación estadounidense en Irak ha terminado?
A pesar de la retirada militar de las tropas estadounidenses, Al-Zaidi afirma que Estados Unidos sigue ejerciendo una fuerte ocupación en Irak, pero a nivel político. Sostiene que la Embajada de EE.UU. domina muchas decisiones importantes del Estado iraquí, desde la formación del gobierno hasta las decisiones parlamentarias.
¿Confía Al-Zaidi en la reciente retirada de las fuerzas de combate de EE.UU. de Irak?
Al-Zaidi expresa una profunda desconfianza en las decisiones de la Casa Blanca, afirmando que “siempre dicen algo y hacen lo contrario”. Dada la historia de la presencia estadounidense y su regreso en 2014 para combatir a ISIS, él duda que la reciente finalización de la misión de combate signifique un repliegue definitivo o una ausencia de influencia.
La historia de Muntazer al-Zaidi y sus zapatos es mucho más que un incidente mediático; es un capítulo complejo que encapsula la resistencia, el sacrificio personal y la persistente lucha por la soberanía en un país marcado por el conflicto. Su acto, aunque breve, dejó una huella indeleble en la historia contemporánea y continúa generando reflexión sobre el poder del simbolismo y la persistencia de la influencia en las relaciones internacionales.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a El Misterio de los Zapatos de Al-Zaidi puedes visitar la categoría Calzado.
